jueves, 28 de septiembre de 2017

Posicionamiento alcohol Grupo Educación Sanitaria y Promoción de la Salud de la semFYC



El consumo de bebidas alcohólicas está muy arraigado en nuestra cultura y relacionado con nuestras tradiciones y celebraciones. Sin embargo, este consumo no siempre está exento de riesgos; depende de la cantidad y la frecuencia, del patrón de consumo, y de características de la persona como edad, sexo y otras condiciones de salud. Por eso es importante estar informado y conocer los riesgos para la salud de su consumo. Hay cuatro aspectos importantes a considerar en el consumo de alcohol: el alcohol puede dañar la salud de tu paciente pudiendo causar o exacerbar hasta 60 enfermedades diversas; el consumo de alcohol puede dañar a otros ya que por ejemplo es un factor determinante de incidentes de violencia de género, accidentes laborales y de circulación; el alcohol puede dañar a la sociedad ya que nos cuesta a los europeos un  del 1,3% del PIB de la Unión Europea;   y es un factor a considerar en la desigualdad en salud.
En los últimos años estamos asistiendo a la publicación de numerosos documentos sobre las bondades del consumo de alcohol (especialmente de cerveza), al que atribuyen propiedades preventivas y protectoras, e incluso lo incluyen dentro de un estilo de vida saludable. El consumo de cerveza se promociona para hidratarse, para  perder peso e incluso se promociona como saludable en el embarazo. Por otra parte, periódicamente salen noticias y artículos contradictorios sobre el papel protector del consumo moderado de alcohol en las enfermedades cardiovasculares. Es por todo ello que desde el grupo de educación sanitaria y promoción de la salud del Programa de Actividades Preventivas y Promoción de la salud PAPPS  de semFYC hemos dado a conocer nuestro posicionamiento sobre el consumo de alcohol .   

Nuestro posicionamiento aborda el consumo de alcohol como problema de salud; la relación entre alcohol, enfermedad, y mortalidad global; la relación entre alcohol y cáncer; nos posicionamos sobre el consumo de alcohol y la enfermedad cardiovascular;  y reflexionamos sobre cómo debemos los profesionales sanitarios actuar  ante el consumo de alcohol. Para finalizar destacamos una serie de consideraciones a tener en cuenta.

Consideraciones sobre el consumo de alcohol.

·      La evidencia científica disponible  sugiere que es necesario recomendar a las personas que superan los límites de riesgo que reduzcan su consumo.  Por lo tanto los riesgos globales del alcohol se sitúan muy por encima de sus posibles y ligeros beneficios específicos en determinados segmentos de la población.
·      No hay un nivel de consumo seguro para el conjunto de la población.  El nivel de consumo de “bajo riesgo” debería individualizarse.
·      No hay razones para recomendar como beneficio para la salud para el conjunto de la población el consumo de bebidas alcohólicas de cualquier graduación. Actuar de esta manera puede considerarse irresponsable. Estos mensajes pueden ser interpretados de manera muy distinta y aumentar los riesgos para la salud de algunos colectivos sociales.
·      En la mayoría de casos el mensaje no tiene por qué ser de abstinencia completa siendo suficiente reducir el consumo hasta niveles de bajo riesgo, aunque siempre debe ofrecerse de manera individualizada.
·      En las siguientes circunstancias debe desaconsejarse cualquier consumo de alcohol ya que siempre va a ser de riesgo: embarazo,  lactancia, menores de 18 años, personas con trabajos que requieran concentración, habilidad o coordinación, conducción, personas con comorbilidades o medicación que puedan verse afectadas por el consumo de alcohol.





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