jueves, 22 de octubre de 2015

El binomio cannabis y tabaco: evidencias y propuestas de acción

Según los datos de la Organización de las Naciones Unidas ONU, nuestro pais se situa a la cabecera del consumo mundial de cannabis. Mas del 10% de la poblacion de 15 a 64 años ha consumido cannabis en el último año. Con respecto al consumo de tabaco per cápita nos situamos en una situación intermedia (atlas mundial tabaco).
 
 
Analizar la relación entre consumo de tabaco y cannabis es una tema de gran interés. Os presentamos el Proyecto evict (evidencias cannabis tabaco) que está impulsado  desde el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), y que se ha desarrollado  durante el primer semestre de este año 2015,  siendo financiado por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional Sobre Drogas. Los objetivos del evict han sido investigar, evidenciar y aumentar el conocimiento sobre el binomio cannabis y tabaco en España. Y promover políticas de abordaje del poli consumo cannabis-tabaco. Ver informe final.
 

El informe analiza los datos relacionados con la epidemiologia y relación del consumo de cannabis y tabaco, cómo entender el binomio (la sustancia, la persona, y el contexto social), cuales son los efectos y consecuencias clínicas de los consumos, y cuáles son las estrategias y herramientas eficaces en prevención y tratamiento. Cada apartado cuenta con propuestas de acción (ver síntesis del documento).Personalmente destacaría algunas ideas clave del informe:
  • El uso de tabaco y de cannabis se inicia en la adolescencia, y su consumo es muy prevalente entre la población general, y especialmente entre los jóvenes. Los datos epidemiológicos sobre el uso de tabaco, cannabis y alcohol en España muestran la existencia de una fuerte relación entre el uso de estas sustancias.
  • El cannabis históricamente no se ha considerado factor de riesgo para el tabaco, dado que se asume que el inicio de su consumo es posterior al tabaco. Sin embargo, recientemente existen estudios sobre la puerta de entrada “inversa” del cannabis al tabaco. Actualmente hay evidencia de que el inicio puede ser conjunto, y que la influencia se expresa en los dos sentidos.
  • Se ha propuesto que una de las razones por las cuales el tabaco y el cannabis se usan de forma combinada es para atenuar los efectos adversos y/o aversivos de cada uno de ellos. Así, las personas consumidoras de cannabis podrían utilizar el tabaco para atenuar los efectos sobre la cognición.
  • Cannabis y tabaco se entremezclan más allá de sus efectos físicos. Los significados y funcionalidades que ejercen en la familia y durante la adolescencia o el posicionamiento de madres y padres ante el consumo propio y el realizado por sus hijos e hijas (la forma en la que la familia gestione el humo en el hogar) parece tener una relación de influencia directa en el inicio y la evolución de los consumos.
  • El debate actual en relación a temas como el uso medicinal del cannabis, la legalización en ciertos países, la apertura de clubes sociales de cannabis, los “grow-shops” etc… genera confusión y duda entre padres y madres sobre cómo abordar educativamente este tema desde la familia.
  • La adicción al tabaco es posiblemente el efecto no deseado más frecuente que afecta a las personas consumidoras de cannabis. Varios autores coinciden en concluir que el fumar de forma conjunta tabaco y cannabis conlleva a mayores problemas de salud que el fumar sólo tabaco.
  • Se recomienda el tratamiento conjunto del tabaco y el cannabis, bien simultáneo o secuencial. Existe evidencia de que la abstinencia dual (tabaco-cannabis) predice mejores resultados de cesación.
  • Actualmente asistimos a un nuevo escenario de producción y comercialización del cannabis en diferentes países, lo que refleja una evolución en sus políticas de drogas en relación a esta sustancia siendo el cannabis el frente más activo de debate e iniciativas de cambio.
 

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