miércoles, 13 de abril de 2011

¿Es la obesidad contagiosa?

En el programa de Redes de TVE del domingo 3 de abril, Eduard Punset habló de Redes Sociales con el especialista en redes sociales James Fowler, de la Universidad de California en San Diego.



Estuvieron hablando de como influimos en nuestro entorno social y como el entorno social nos influye. Si una persona es obesa, la probabilidad de que las personas de su entorno (hasta tres grados) también engorden es altísimo.

Se han estudiado las conexiones sociales y el índice de masa corporal de más de 12.000 personas que desde 1973 hasta 2003 participaron en la famosa cohorte del estudio Framingham Heart Study. La probabilidad de que una persona se vuelva obesa se incrementa un 57% si tiene un amigo que se hace obeso. Si tus hermanos adultos o pareja se hacen obesos también se incrementa la probabilidad de que te hagas obeso.

Las conclusiones del estudio de Fowler publicado en el New England Journal of Medicine en 2007 apuntan a que las redes sociales parecen ser relevantes en la expansión de la obesidad. Los autores apuntan a que este hecho podría tener implicaciones en la clínica y en las intervenciones de Salud Pública.

Sin embargo a continuación uno lee el articulo recientemente publicado en The Lancet el 11 de abril de 2011 y no sabe que pensar. Un ensayo clínico muy bien diseñado compara un tratamiento conjunto con phentermine (anfetamina) y topiramato con placebo para perder peso en personas obesas con comorbilidad (hipertensión, diabetes, dislipemia y otras). La combinación de ambas sustancias junto con intervenciones sobre estilos de vida consigue reducciones de peso, a las 52 semanas, de hasta el 10 kg del peso, lo cual está muy bien.

¿Con que nos quedamos, con el abordaje social o con el abordaje biológico de la obesidad?

Con respecto al estudio de The Lancet: atención es un estudio en fase 3, se necesita más investigación, la combinación aún no está aprobada por la FDA ni en Europa, hay que tener en cuenta efectos secundarios y temas de seguridad de los fármacos e impacto en eventos cardiovasculares.

No hay comentarios: